REPLANTEANDO LA ESTRATEGIA DE MANTENIMIENTO Y GESTIÓN DE ACTIVOS

Ante la gran incertidumbre generada en el mundo empresarial por la pandemia, el desconocimiento de su duración, las últimas noticias de proyecciones económicas, el desconocimiento de su verdadero impacto,
además de los complejos escenarios emocionales que tiene los nervios de punta a inversionistas en materia económica, es natural que los directivos y líderes de mantenimiento y gestión de activos se pregunten ¿Cómo replanteo la estrategia de gestión de activos de manera apropiada para este momento?

Si bien no existe una fórmula mágica y precisa apta para todos, por la particularidad de cada sector empresarial y la situación de cada empresa, a través de este artículo, quiero resaltar algunos factores y presentar algunas recomendaciones concluidas durante los diálogos con empresarios y nuestros especialistas de mantenimiento y la gestión de activos, que considero deben ser tenidas en cuenta al momento de reorientar la estrategia de gestión de activos.

Uno de los factores emocionales que hace presencia en los líderes empresariales por este tiempo es la ansiedad, una emoción generada por deseos como: querer salir lo más rápido posible de la crisis, lograr una estabilidad financiera, contar con los recursos para soportar el tiempo de crisis, e incluso cumplir con la labor sin ser contagiado; entre muchos otros deseos que debemos manejar con la conciencia de que efectivamente estamos inmersos en una difícil situación, sin embargo, no podemos observar con lentes de pesimismo que nos nublan la realidad de los rápidos cambios y oportunidades de nuestro entorno.

Por otro lado, tampoco nos podemos inclinar a los lentes del positivismo absoluto, ya que nos pueden hacer caer en la ingenuidad sin advertir las verdaderas consecuencias. La tentación de usar los lentes extremos del pesimismo y del positivismo está presente, porque muestran realidades impactantes que pueden influir a la hora de tomar decisiones.  La prudencia para no ser extremista y el enfocarnos en el propósito de salir de la crisis dando la lucha que nos corresponde con toda las fuerzas, es la determinación que debemos  tener ahora para vencer la crisis y la ansiedad.

El día miércoles 24 de Junio cuando el Fondo monetario internacional (FMI), nos comunica que al cierre del 2020 se tendrá una contracción en la economía mundial del 4,9% y una contracción del 9,4% del Producto Interno Bruto (PIB) para América Latina y el Caribe  una de las recomendaciones más fuertes para los líderes empresariales es redefinir la estrategia de gestión de activos, por una sencilla y simple razón: El mundo ha cambiado y se nos presentan diferentes escenarios donde debemos tomar decisiones muy importantes para enfrentar los retos que se nos están presentando como por ejemplo:

  • En caso de que seamos aquellas empresas favorecidas con un incremento en sus niveles de producción o prestación de servicios, es a penas lógico pensar que en general, el desgaste de los equipos aumentará, por tanto, se requiere asegurar las intervenciones de mantenimiento, haciéndose presente el reto de contar con la disponibilidad de recursos, lo cual no es fácil debido a las restricciones logísticas, y en especial para pequeñas y medianas empresas, la afectación en los costos de adquisición teniendo por la alta valoración actual del dólar.
  • En el escenario que las empresas se están transformando para cumplir con la demanda de acuerdo a los nuevos hábitos de consumo, seguramente es necesario hacer conversiones en las líneas de producción, preparar los equipos con nuevas configuraciones de formatos e incluso, ajustarlos para dar cumplimientos a los compromisos regulatorios, y es allí donde se nos presenta el reto de contar con el presupuesto adicional para hacer la transformación, que seguramente no va ser fácil teniendo en cuenta factores como la disminución en la inversión extranjera en un 50% para Latinoamérica de acuerdo a un estudio sobre comercio y desarrollo (UNCTAD) el 18 de junio, sobre inversiones globales publicado por la ONU.
  • Para aquellas compañías que desafortunadamente por medidas regulatorias o porque la demanda cayó, hasta el punto de paralizar temporalmente la producción o la prestación de sus servicios, seguramente tendrá retos como garantizar los presupuestos y recursos mínimos para evitar el abandono y deterioro de equipos de tal manera que se puedan tener listos para cuando se les permita poner en marcha nuevamente.
  • Tampoco se puede desconocer el escenario trágico de algunas empresas especialmente medianas y pequeñas, que a la fecha ya han tenido que cerrar sus puertas con todas las desafortunadas consecuencias que ello implica, pero que de alguna manera pueden encontrar en los equipos y planta un valor de salvamento a partir del cierre del ciclo de vida y posterior venta o permuta.

Teniendo claro que en cualquiera de los casos es importante redefinir la estrategia de gestión de activos, hay que tener muy claro que debe dársele la importancia necesaria que amerita una revisión estratégica con su correspondiente toma de decisiones con fortaleza para enfocarnos y dar los siguientes pasos:

  1. Definir metas Altamente Prioritarias (MAP): que implica hacer la elección de las responsabilidades y deberes relacionados con nuestros activos y que son altamente importantes en este momento, no lo trivial, teniendo siempre presente los objetivos actuales de la alta dirección de la empresa.
  2. Definir actividades claves: Seleccionar las actividades que se convierten en factor esencial para alcanzar las metas, Ejemplo: si se tiene como meta transformar la línea de producción para producir un artículo con características diferentes a lo que hacíamos anteriormente, es necesario proyectar y obtener con alta precisión el presupuesto requerido para la transformación.
  3. Definir Indicadores Claves de desempeño (KPI): se hace necesario tener un cuadro de resultados ajustado a la nueva estrategia a desarrollar, que permita obtener el reconocimiento del avance en los periodos determinados para monitorear y que por supuesto este integrado a las Metas Altamente prioritarias y a las actividades claves.
  4. Reconocimiento del avance: Seguramente durante la ejecución de la nueva estrategia es necesario trabajar a un ritmo mayor a lo acostumbrado para alcanzar las metas prioritarias, por tanto se estarán generando cambios y avances en corto tiempo que hace necesario constantemente reconocer la situación para brindar la orientación adecuada, por eso es importante desarrollar reuniones inteligentes y agiles con los equipos de trabajo.
  5. Comunicar: El esfuerzo más importante de todo directivo, estar en contacto con todos los actores que participan en la ejecución de la estrategia con el objetivo de resolver las situaciones imprevistas, coordinar los equipos de trabajo y en especial, inspirar a la gente en un nivel evolucionado de pensamiento y actuación acorde a los requerimientos de la nueva normalidad.

Para aquellas empresas que tienen dificultades, por diferentes motivos para lograr una ágil redefinición estratégica en la gestión de activos y mantenimiento, Dentro de ICTeam SAS hemos desarrollado a SEGMA una plataforma con una metodología de diagnóstico remoto para realizar una oportuna evaluación de la situación y apoyar en la redefinición estratégica exigida por la situación que se vive de manera única en cada una de las empresas.

La ansiedad de que termine la noche oscura de esta crisis se percibe en el ambiente empresarial, pero también se debe estar seguro que en algún momento amanecerá y mientras tanto debemos comprender la realidad actual, prepararnos y actuar para afrontar lo que aún nos queda de esta crisis, con el claro propósito de luchar con todas las fuerzas por el nuevo mundo que tanto queremos vivir.

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Publicado en Blog.